
Comienzo esta pequeña serie de entradas referentes a la construcción de varios escudos. Las dos formas son las que se muestran, que según la etimología moderna se podrían enmarcar dentro de los nombres escudo tipo lágrima y escudo tipo cometa. Aunque cabe aclarar que en aquellos tiempos se denominarían diferentes o simplemente escudos (como bien se discute -entre otros temas- en este apartado de
Castra in Lusitania). La forma de los escudos usados en la época medieval y antigua es fue bastante variada, como puede consultarse en la web o en los blog amigos como por ejemplo el mencionado anteriormente; y los tutoriales de armado abundan, como por ejemplo el que presenta
Axil en su página, el cual es bien minucioso en el paso a paso; de modo que aquí sólo me limitaré a poner lo mínimo para no duplicar información. Entonces, ¡a los hechos!
Lo primero es conseguir una madera tipo terciado. La que obtuve casi como caída del cielo es una de tres milímetros de espesor (con cuatro capas queda un escudo muy resistente). Antiguamente se construían con maderas individuales (como se discute también en el primer enlace). Esa sería la forma histórica de hacerlo. Más adelante lo probaré, mas ahora debo utilizar esta madera porque la cosa no está para el desperdicio.
Una vez cortadas las maderas pasan a ser humedecidas abundantemente con agua para ser curvadas y secadas en lo preferente al sol. Para ello tengo construido desde hace un tiempo un artilugio de madera indispensable. Es el que se aprecia en la parte inferior: