El acero de estos clavos usados en el ferrocarril tiene una composición que al templar toma una dureza excelente, ideal para fabricar cuchillos o hachas. Como la idea era hacerla en un sólo día, comencé temprano armando la fragua en un lugar despejado, para disfrutar del aire puro y del buen tiempo
Lo que hice fue sacarle primero el óxido al clavo con la amoladora y un cepillo de acero. Ya hice un hacha con un clavo idéntico y ese pliegue que se ve es difícil de borrar y queda al final como si fuese una costura.
Se me ocurrió agregarle bórax para intentar caldear esa marca. Los resultados fueron aceptables (ver más abajo). El tronco del yunque es móvil (como se aprecia arriba), de modo que puedo armar el taller a cielo abierto en cualquier sitio.