El origen de los pueblos Eslavos se ocasionó en el centro y este de Europa, donde se desarrollaba un conglomerado de tribus de un mismo origen pero de cultura muy dispar. Este conglomerado eran los Eslavos, rama de lo que se denominaba antiguamente raza aria; al igual que los griegos, los romanos y los germanos.
Durante siglos estos pueblos permanecieron desconocidos llevando en las estepas una vida primitiva. Los romanos sólo se enteraron de su existencia cuando supieron que ellos fueron los primeros en ser sometidos por los Hunos en su llegada a Europa.
Después de la muerte de Atila, el azote de Dios, los eslavos recobraron su independencia, comenzaron a reorganizarse y al poco tiempo siguiendo tres direcciones diferentes; lo que originó a su vez tres divisiones socio culturales de ellos:
Los eslavos orientales, los Occidentales y los del sur
A mediados del siglo VIII, algunas tribus eslavas se desplazaron hacia las estepas del este, llegando hasta los Montes Urales, constituyendo así los primeros poblados rusos. Allí continuaron llevando su vida primitiva hasta caer bajo el dominio de los normandos, el poderoso pueblo germano de la época.