Materia prima |
Para el molde usé nuevamente la arena con aceite quemado. Dicho molde es levemente mayor al del pomo terminado, pues luego con el desbaste se achicará.
A continuación, un video resumen de todo el proceso:
Es importante que la arena no tenga nada de agua, dado que en caso de tenerla, cuando se vierte la colada se generan burbujas de vapor que arruinan la pieza de forma irreparable.
Igualmente, conviene nivelar el molde para que luego no tengamos derrames inesperados de la colada o que tengamos de desbastar más de lo suficiente por quedar torcido.
Así queda el producto en bruto |
Por las dudas, no es conveniente enfriar bruscamente en agua, por ejemplo, por lo que dejamos que la pieza se enfríe en el aire. Esto es porque podría agrietarse con el cambio térmico (no tiene por qué ocurrir, pero más vale prevenir).
Luego se comienza a rectificar las caras con lija de grano grueso.
Lo bueno del bronce es que se deja trabajar muy bien, nada que ver con el acero, por ejemplo.
Aquí el producto terminado, pulido hasta grano 360. Ahora queda perforar el orificio, poner la guarda, el mango de madera y ubicar el pomo y remachar el final de la espiga.
Aunque para ello falta un poco, es, como se dice, otro cantar.
Estas dos entradas son las precursoras de esta:
Y aquí se puede ver la continuación:
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