Generalidades

El Imperio Bizantino

Constantinopla
Terminadas las invasiones de los pueblos bárbaros, y cuando Roma no conservaba sino el recuerdo de sus glorias pasadas, la ciudad de Constantinopla continuó siendo la cabeza y la capital del Imperio Romano de Oriente, durante toda la edad media.
La vida de este glorioso imperio fue larga y brillante: tuvo momentos de gran decadencia, pero siempre pudo superarlos, hasta que sobrevino su caída definitiva. (Todos los imperios, tarde o temprano, luego de un período de esplendor, más tarde de un período de “inflación” tipo burbuja, terminan por desplomarse y desintegrarse).
El imperio continuó siendo “romano” por su organización, sus leyes y su cultura, pero situado en Oriente, se fue impregnando de un “Helenismo” extremo, hasta convertirse en un verdadero “imperio griego”

Caída del Imperio Romano

La división del Imperio
Teodosio (año 379-395), emperador de origen español, enrola a cuarenta mil visigodos y se convierte en el único amo del imperio romano. Estas levas le sirvieron para aplacar muchos de los inminentes desórdenes civiles que se sucedían en el imperio que se derrumbaba sin remedio. Varios actos caracterizaron el gobierno de Teodosio.
Suprime la vieja religión romana, prohíbe los sacrificios, cierra o destruye los templos, ordena extinguir el fuego de Vesta (1). El cristianismo se convierte en la religión oficial e impone el domingo como día de descanso obligatorio.
Al ver que las rivalidades se multiplicaban entre las autoridades de Milán y de Constantinopla, el emperador Teodosio, antes de morir, divide el imperio entre sus dos hijos. El mayor, Arcadio, de 18 años,  reinará desde Constantinopla sobre Oriente. El menor, Honorio, de 11 años, desde Milán sobre Occidente. A partir de este momento (año 395), nada queda del inmenso poderío romano que por cientos de años dominó el mundo conocido. Desde la fundación de Roma entre los años 758 aC y 728 aC (el más probable es el año 753 aC), la creación del imperio, hasta el año 395.

Francia en la Edad Media

Clodoveo se convierte al catolicismo
Concluidas las invasiones de los pueblos Bárbaros, hacia el año 480 casi toda la Galia estaba bajo la ocupación de los germanos: en el norte se asentaban los Francos, en el centro, los Burgundios y los Alamanes, y en el sur, los Visigodos, dueños también de gran parte del territorio de España. Solamente en el oeste quedaba todavía un menguante resto del inmenso poderío romano del pasado (en futuras entradas comenzaré a desarrollar las culturas antiguas anteriores al Medioevo). Este remanente romano era el reino que el general Siagrio había fundado por su cuenta aprovechando el desorden general. El Reino de Siagrio fue creado en el año 476 cuándo en Rávena, la capital del Imperio Romano de Occidente, el germano Odoacro destituye al último emperador romano Rómulo Augústulo.
 
Pero veinte años después toda la Galia dependía de los Francos, por obra de su incomparable caudillo Clodoveo. Éste, elegido rey a los 15 años, nieto del rey Meroveo, demostró ser un extraordinario político, inteligente y decidido, pero al mismo tiempo inescrupuloso y cruel en extremo.

Los Normandos

Recreación de la Batalla de Hastings, en Inglaterra.
Estos pueblos germanos, establecidos desde muy antiguo en la actual Escandinavia habían permanecido estáticos mientras sus hermanos de raza se repartían el Imperio Romano en decadencia.

Pero, hacia el año 800 en la plenitud de su poderío, creyeron llegado el momento de intervenir. Convertidos en terribles piratas, dieron comienzo al gran asalto que modificó totalmente la vida europea.
Se los llamaba indistintamente Normandos u hombres del norte, pero entre ellos se distinguían los Noruegos o vikingos, los Suecos o Varegos y los Daneses.

Realización de espada de bronce por proceso de fundición

Muestro una nueva fundición de bronce desde el inicio hasta la pieza final. El fin de la misma es la realización de una espada que se desbastará a partir de la pieza fundida.
Con posterioridad a esta experiencia probaré de hacer el molde en 3D, ya con la forma de la espada; pero esa es una técnica bastante más complicada. 
El que usé, es simplemente un molde de vertido plano, en el cual la hoja y la espiga tienen su forma en bruto. El material es arena humedecida con aceite quemado. Estos moldes tienen la desventaja que desperdician mucho material por desbaste posterior. La materia prima es de reciclado; principalmente llaves, candados y grifería.

Quitando la escoria del bronce fundido dentro del crisol

La arena no la tamicé para afinar el grano pues la espada -como dije- deberá ser desbastada posteriormente. Si no fuera así, es conveniente que el grano de la arena sea lo más fino posible para copiar en gran medida los detalles del positivo.
Construí un nuevo horno para fundición. Éste es mucho más útil desde el punto de vista energético.

Prueba de fundición de bronce

Aquí expongo mi primera experiencia de fundición de bronce. La realicé en la fragua a carbón con soplador eléctrico (lo cual nos ahorra mucho tiempo y esfuerzo con respecto al soplador manual). De todas maneras, un buen soplador manual tiene también sus ventajas dado que se puede controlar mejor la intensidad de las llamas y además es útil para forjar en el campo, donde la electricidad no llega.

Materiales

Básicamente me decidí a fundir debido a lo difícil que resulta conseguir planchas de bronce y su elevado costo; además de poder reciclar todo lo que nos sobre de dicha aleación.