La Edad Media o Medioevo es un período histórico intermedio entre la Antigüedad y los tiempos modernos que comprende de forma aproximada 10 siglos de historia. Dicho período abarca desde la caída del Imperio Romano de Occidente en poder de los bárbaros (año 476), hasta la toma de Constantinopla en poder de los Turcos Otomanos (1453).
Algunos historiadores sostienen que la Edad Media comienza en el año 395, momento en que el emperador Teodosio divide el imperio entre sus dos hijos: Arcadio y Honorio. También hay divergencia en cuanto a su período de finalización, pues hay quienes lo fijan en 1492, año del "descubrimiento" de América, y otros en 1517, cuando comenzó la reforma protestante.
Algunos historiadores sostienen que la Edad Media comienza en el año 395, momento en que el emperador Teodosio divide el imperio entre sus dos hijos: Arcadio y Honorio. También hay divergencia en cuanto a su período de finalización, pues hay quienes lo fijan en 1492, año del "descubrimiento" de América, y otros en 1517, cuando comenzó la reforma protestante.
En la Edad Media nace y se desarrolla una civilización, cuyos aspectos fundamentales se resumen así:
- Se destruye la unidad política del Imperio Romano como consecuencia de la invasión de los bárbaros.
- Se destruye la unidad política del Imperio Romano como consecuencia de la invasión de los bárbaros.
- La Iglesia Católica adquiere importancia fundamental y deja sentir sus influencias en las más variadas instituciones.
- Surge el feudalismo.
La Edad Media se suele dividir en tres etapas o épocas:
1- La temprana Edad Media (siglo V hasta mediados del IX). Comprende el período transcurrido desde la época de las invasiones bárbaras hasta la disolución del Imperio de Carlomagno. En este período adquieren importancia las culturas Bizantina e Islámica.
2- La alta Edad Media (siglos IX al XIII). Es el tiempo que transcurre desde la disolución del Imperio de Carlomagno hasta el comienzo de la crisis medieval. En este período aparecen obras fundamentales del intelecto como Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino y las imponentes catedrales góticas.
Declina la autoridad de los reyes y surge la Europa feudal que se atomiza en un gran número de señoríos. No sucede lo mismo con el Imperio Bizantino y el Califato Árabe, los cuales mantienen su unidad durante más tiempo.
Declina la autoridad de los reyes y surge la Europa feudal que se atomiza en un gran número de señoríos. No sucede lo mismo con el Imperio Bizantino y el Califato Árabe, los cuales mantienen su unidad durante más tiempo.
En el siglo XI la potencia de occidente es el Sacro Imperio Romano Germánico. El poderío del pontífice fue en aumento y el siglo XI señala un gran apogeo cuando fue elegido Papa Gregorio VII (Hildebrando). El espíritu cristiano de la época está presente en las Cruzadas, en defensa del Santo Sepulcro en poder (mal o bien según el bando) de los Musulmanes.
3- La baja Edad Media (siglos XIV a XV). Es la etapa en que diversas transformaciones llevan a la crisis del mundo medieval. Aparece la burguesía urbana, que muy pronto acumula grandes riquezas y no tarda en luchar contra la nobleza; primero por el predominio económico y luego por el político. Por su parte, los monarcas con su autoridad marcadamente mermada, se apoyan en los burgueses para enfrentar a los nobles. El feudalismo entra en decadencia.
En esta época del medioevo, Francia e Inglaterra luchan la Guerra de los Cien Años, surgen y se consolidan las naciones europeas, mientras que Bizancio se precipita hacia su caída.
Al promediar el siglo XIV, el imperio Turco se insinúa como potencia mundial. Y cuando llega al poder Mohamed II, la ciudad de Constantinopla cae en mayo de 1453.
En la edad media no existían armas de fuego, se usaban armas de acero de diversas formas como espadas cortas, mandobles, dagas, hachas, etc. Se protegían con escudos (ver este enlace de blog) y se recubrían el cuerpo con armaduras y cotas de malla (la cual puede inicié en este mismo blog recreada). En la cabeza llevaban generalmente yelmos de diversos materiales y conformación.
Las armaduras evolucionaron junto con las armas hasta hacerse prácticamente invulnerables. En el siglo XIV los caballeros aparecen casi totalmente envueltos en acero, protegiendo también a sus caballos. Es decir, cuando los armeros se perfeccionaron en las técnicas de producción de acero, el temple de las armas y piezas de armadura es cosa común y dichas armaduras perdieron peso y ganaron resistencia. Antes, al ser de hierro, se requerían placas de más de 2 milímetros de espesor para tener una resistencia moderada contra las armas del enemigo. Al construirlas de acero, pudieron hacerlas mucho más finas y por ende livianas. Contrariamente a lo que se podría intuir, las armaduras de acero eran livianas, no superando en su mayoría los 30 kilogramos.
Fuente: Wikipedia y bibliografía de historia antigua variada
Fuente: Wikipedia y bibliografía de historia antigua variada
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